Por patagoniasur | 10 de marzo de 2015 | 0 comentarios
Andalucía se caracteriza, entre otras muchas cosas, por la devoción con la que se vive la Semana Santa. Y Cádiz, como buena tierra andaluza, no es menos. Procesiones dramáticas, lujosas o austeras, sentidas o curiosas se repiten año tras año gracias a la pasión y el trabajo de los cofrades.
La provincia cuenta con más de 300 Cofradías y Hermandades, repartidas a lo largo y ancho del territorio. La capital, Cádiz, presume de algunas tan insignes como la de la
Vera-Cruz, nacida en el año 1566 y cuyo Cristo crucificado recibe el nombre del
Emperador Dormido. Y de otras como la de
La Palma, destacada por su número de seguidores, con más de
3.000 hermanos en la ciudad.
Desde el
Domingo de Ramos hasta el de Resurrección, las sucesión de procesiones modifica por completo el ambiente. Cádiz huele a incienso, suena a trompetas, saetas y cadenas, recogiéndose hasta que llega el momento de bailar a sus imágenes.
Qué ver
Existen 2 recorridos diferenciados. La
carrera oficial que comprende la Plaza de la Candelaria, la calle Montañés, la Plaza del Palillero, la calle Novena y la calle Ancha; y
la no oficial, que discurre por la calle Compañía.
Es aconsejable no perderse
el Cristo de la Humildad y Paciencia. No se sabe bien cuando surgió esta cofradía fundada por un grupo de cargadores de Indias de origen vasco, pero los últimos datos registrados datan de 1621.
La salida del
Nazareno es otro momento clave en la Semana Santa de Cádiz. El alcalde perpetuo de la ciudad recorre hasta bien entrada la madrugada las calles custodiado por un gran número de devotos.
Para finalizar, la
Buena Muerte es considerada por entendidos del Vaticano como “la mejor representación de Jesús Crucificado en la cristiandad”. Su salida se produce el viernes y se caracteriza por la sobriedad y el silencio de su cortejo.
Foto:
Alejandro Cortés García