Por patagoniasur | 07 de febrero de 2017 | 0 comentarios
Cádiz es cuna de grandes artistas flamencos.
Chano Lobato, de quien ya os hablamos en este otro artículo, es un gran ejemplo de ello. Pero no podemos olvidar a la reina de este arte en la Tacita de Plata,
Antonia Gilabert Vargas, conocida como
La Perla de Cádiz.
Nacida en el barrio de Santa María de grandes artistas flamencos, se ve que heredó el talento de su madre, Rosa la Papera, y el oficio lo vivió desde pequeña puesto que sus padres se dedicaban a flamenco actuando en reuniones y fiestas.
Pero La Perla de Cádiz pronto demostró sus dotes al interpretar alegrías, bulerías, soleares, tientos, tangos y saetas. Entre sus méritos reconocidos destacan los premios de bulerías y alegrías del
Concurso Nacional de Cante de Córdoba en 1959; el premio especial de bulerías en el
I Concurso-Festival de Arte Flamenco de Cante, Baile y Toque de Jerez, en el 1962, cita donde coincidió con Fernando Terremoto y Paco de Lucía; y el primer premio del
I Certamen de los Cantes de Cádiz en el 68.
Sin embargo, no fue hasta el año 1960 que debutó en Madrid, en el tablao Zambra de la mano de otros grandes como Manolo Vargas, Pericón, Rafael Romero, y Juan Varea. A partir de este momento, su popularidad comenzó a crecer y a ser requerida en tablaos de Sevilla como Los Gallos y El Guajiro. A Madrid regresaría un año más tarde acompañando en la inauguración de Los Canasteros a Manolo Caracol, junto a su sobrina María Vargas y el cantaor Fernando Terremoto.
Junto a su marido, regresaría en varias ocasiones a la capital como exponente máximo del cante de Cádiz. En la provincia, era fácil encontrarla cantando en la Venta Tablao, en Valdelagrana (El Puerto de Santa María).
Pero la carrera de esta gran artista se vio truncada muy joven. La cantaora fallecía en 1975 de un cáncer de pecho intervenido en el 73. Una corta pero rica carrera de la que hay documentos gráficos y sonoros que recuerdan su arte.
En Cádiz, la
Peña Flamenco Cultural La Perla de Cádiz, situada en la calle Concepción Arenal, lleva a gala su nombre y potencia el flamenco desde el barrio que vio nacer a esta gran artista. Asimismo, un busto inaugurado en 2015 recuerda la figura de La Perla de Cádiz, ataviada con un vestido de volante bajo que no te costará reconocer si paseas por este céntrico rincón de la ciudad.
Y es que Cádiz el flamenco y en concreto el barrio de Santa María ha dado mucho y grandes representantes del arte más puro, el flamenco.