Por patagoniasur | 02 de enero de 2018 | 0 comentarios
Considerado internacionalmente uno de los carnavales más famosos de España, está reconocido (junto al de Santa Cruz de Tenerife y el de Águilas en Murcia) como
“Fiesta de Interés Turístico Internacional”. Si quieres saber por qué el Carnaval de Cádiz es posiblemente la fiesta que más y mejor viva esta ciudad, ¡sigue leyendo!
Foto: Daniel Lombraña.
Como sabes, el origen de la festividad del Carnaval está ligada al cristianismo y al periodo de Cuaresma, y aunque a lo largo de los años la celebración ha ido variando (no siempre ha sido disfrazarse, ya que en el año 1523 el rey Carlos I prohibió completamente el uso de máscaras y antifaces), la idea de celebración, diversión y disfrute está arraigada durante el paso de los siglos.
Entonces, ¿cómo era el Carnaval de Cádiz en sus inicios?
Las primeras referencias históricas se remontan al siglo XVI, donde varios historiadores recogen que en tiempos de carnaval era común que las gaditanas tomaran flores de las diferentes macetas y se las lanzaran unas a otras, a modo de broma. También está documentado que este ambiente de festividad era para la población seglar (es decir, todos aquellos que no eran religiosos), por lo que curas, monjas y demás religiosos se abstenían de participar en este tipo de celebraciones que, por otro lado, tenían un fuerte arraigo entre los gaditanos. Tanto es así, que en años posteriores se recogen documentos en los que varios trabajadores rehúsan trabajar durante unos días por coincidir con esta festividad, que entonces recibía el nombre de “Carnestolendas”.
A partir del siglo XVIII, de mano de la Ilustración, se intenta prohibir este tipo de festividades, declarando ilegales actos como los bailes de máscaras. No obstante, consta que el desacato a este tipo de órdenes era bastante frecuente y, lo que es más interesante, tolerado por algunas autoridades gaditanas.
Durante los años venideros la celebración del Carnaval no hace más que tomar relevancia e importancia entre la población, tanto es así que incluso durante el asedio francés el pueblo gaditano también celebró esta festividad tan arraigada a ellos. En este momento, los gobernadores comienzan a asumir que es prácticamente imposible prohibir esta festividad y empiezan a permitirlas con una serie de restricciones cada vez menores (por ejemplo, permitiendo un número máximo de bailes de antifaces, o permitiendo que el público salga a las calles llevando disfraces y máscaras).
Posteriormente, durante la Guerra Civil se prohibió también la celebración del Carnaval en varios documentos oficiales durante un mismo año… y de nuevo los gaditanos hicieron caso omiso de estas prohibiciones, celebrando igualmente esta festividad. Eso sí, con muchísima menos publicidad y de forma oculta en las casas particulares. Esta situación se alargaría hasta 1948, momento en el que se permitió para levantar los ánimos de la ciudad que se encontraban de luto debido a la explosión del depósito de minas de San Severiano, que sumió a la población gaditana en una profunda tristeza.
Ya en 1977, se celebran los primeros carnavales democráticos y en libertad, mucho más similares a los de la actualidad.
Conociendo la historia que hay detrás, es comprensible que hoy en día las celebraciones del Carnaval en Cádiz sean tan notorias e importantes. Si estás buscando un destino turístico donde puedas encontrar buen ambiente en la calle y ganas de disfrute y celebración, Cádiz es tu destino ideal. ¡Te esperamos!
