Venir a Cádiz y no probar un papelón de churros es algo imperdonable. Los churros son a esta ciudad como las fabes en Asturias o el bocadillo de calamares en Madrid. Obligatorio.

Pero si os preguntáis dónde se tienen que probar y cómo para cumplir con la tradición gaditana, aquí van algún consejo.

Lugar: Plaza de la Libertad o el Mercado de Abastos (la plaza).

Hora: por la mañanas, para desayunar, justo antes de entrar en el mercado. Por las tardes, pero no del fin de semana.

Cómo: pedir 1 euro (suele ser el mínimo) de churros "finos" o "gordos", al gusto. Podéis llevarlos a las cafeterías de alrededor y degustarlos con un café o chocolate. Os lo servirán en papel de estraza bien calentitos.

Dónde: La Guapa, emblemático puesto de churros de la capital gaditana con una larga historia a sus espaldas. Es un establecimiento centenario que elabora la masa a la antigua usanza, amasando la harina, el agua y la sal con palas de madera. El resultado final es espectacular porque la masa se fríe en aceite a más de 200º lo que hace que el churro quede crujiente por fuera y tierno por dentro. Además, es de los poco lugares que aún sirven los churros "gordos". Para que os hagáis una idea, son más parecidos a las porras madrileñas. Pero con un toque algo diferente.

El establecimiento de La Guapa es el más conocido del lugar. Tanto, que hasta tiene su espacio en el Carnaval de Cádiz con una copla dedicada. Por su mostrador han pasado todo tipo de personas, de las más humildes a otras con más abolengo. No en vano lleva sirviendo churros desde mediados de 1890 y aunque ha variado de dueños, su fama no ha decrecido desde que en los años 30 la receta de Carmen Pecci, conocida como "La Guapa", conquistase los paladares de los gaditanos.

 

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