Por patagoniasur | 23 de mayo de 2017 | 0 comentarios
En Cádiz capital tenemos unas
playas urbanas que son un auténtico lujo. Desde
La Caleta con su balneario de cine, a
Cortadura, donde las posibilidades de ocio son infinitas- días de sol y baños en el mar, puestas de sol románticas o mojitos con los amigos en un chiringuito-, pasando por zonas habilitadas para los deportes acuáticos. Solo es cuestión de elegir qué se quiere hacer y escoger playa.
Pero si estamos dispuestos a desplazarnos y mover el coche en nuestras vacaciones y buscamos lugares interesantes que descubrir, la costa gaditana es un auténtico tesoro de calas, playas agrestes y aguas azules. ¿Empezamos el recorrido?
Camposoto, San Fernando
No muy lejos de Cádiz se sitúa la playa de Camposoto. Para el neófito costero, este paraje seguro que resulta sorprendente y cautivador porque se trata de una extensión de playa de varios kilómetros que finaliza con
la vista del castillo de Sancti Petri, ubicado en una isla en la desembocadura del Caño de Sancti-Petri, entre San Fernando y Chiclana de la Frontera. Un espacio único que ofrece bonitas vistas, espacio para caminar- hay rutas para senderistas en la zona y caminos de madera y arena que brindan la oportunidad de ver los caños y marismas (lee más sobre la ruta a Punta del Boquerón en nuestro blog), jugar a las palas o extender tranquilamente la toalla para pasar el día.
La Muralla, El Puerto Santa María
En la vecina localidad portuense se encuentra La Muralla, una pequeña playa escoltada por una antigua pared de piedra, de ahí el nombre, y una bonita urbanización de singulares casas de colores. Arena fina y aguas tranquilas que harán las delicias de aquellos que busquen un ambiente familiar. Y si quieres algo más, las vistas de Cádiz desde este rincón de El Puerto son fantásticas. ¡No te cansarás de hacer selfies!
Playa del Cañuelo, Zahara de los Atunes
Bienvenidos a una playa virgen en pleno siglo XXI y en una provincia turística. A veces, los milagros existen y este lugar es una prueba de ello. Pero amigos, todo tiene su precio y para que esta franja de litoral mantenga su privacidad, el coste que debemos pagar es “alto”. Y lo decimos por el acceso que no es del todo sencillo. Hay que dejar el coche lo más próximo posible al Faro Camarinal y desde ahí buscar un acceso a pie hecho por el ser humano entre los matorrales. Ya os adelanto que no es sencillo pero merece mucho la pena si estás buscando un lugar sin chiringuitos a la vista y venta ambulante por la playa.
Bolonia, Tarifa
Este lugar es especial. No solo porque esté rodeado de las laderas de la sierra San Bartolo, sino porque en este enclave se ubican unas de las ruinas romanas más destacables de Andalucía. ¿Os imagináis visitar una antigua ciudad con vistas al océano? No claro… Por eso hay que ir a Bolonia. Su duna de arenas blancas es un lugar de peregrinación para todos los que allí vamos por primera vez y la sorpresa de ver a las vacas de la zona, sí las vacas, dando paseos por la orilla del mar, no te lo dará ningún otro lugar. Palabra de patagonio. Eso sí, advertencia si vas en temporada alta: sal pronto de Cádiz. Tienes algo más de 1 hora de trayecto y las colas que se forman a partir de las 12 de la mañana para acceder a la playa pueden alcanzar varios kilómetros. Por lo tanto, lo mejor es que evites las horas centrales del día para ir allí. Es lo que tiene ser una playa tan bonita…
Valdevaqueros, Tarifa
Volvemos a las playas inmensas de espacio infinito para… No, en esta ocasión olvídate de la toalla y prepárate para hacer windsurf o kitesurf. Estás en la ciudad del viento y eso se nota sobre todo en esta playa de Tarifa en la que los deportes de mar y aire están a la orden del día. Sino que se lo digan a los varios campeones del mundo que se entrenan aquí. Niños y niñas guapas, ataviados con sus neoprenos y sus tablas, surcan las aguas del océano como si la vida les fuera en ello. Es un auténtico espectáculo, sobre todos los días que las condiciones para la práctica de este deporte son las adecuadas, es decir, con viento. Así que aprovecha si te salta un día de levante y vente hasta Valdevaqueros para disfrutar de un cielo plagado de cometas de colores. Es un auténtico espectáculo en sí mismo que merece mucho la pena vivir.